lunes, 3 de noviembre de 2008

Frágil

Pompa de jabón que explota con el más leve roce.
Castillo de naipes derruido con un pestañeo.
Figura de arena destruida por el mar.
Hielo desecho al suspirar.
Cera derretida con un poco de calor.
Vestido desilachado por el uso.
Edredón destripado cubierto de plumas.
Roca que con el tiempo desaparece...



Por eso te sorprendes tanto cuando un diamante se descompone ante ti.
No te lo esperas... pero aun asi, recoges los fragmentos e intentas recomponer este material tan poco maleable.

2 comentarios:

Ra dijo...

Lo malo es que cuanto más duro o complejo es el material más cuesta reconstruirlo...wapa^__^

Anónimo dijo...

A callar! para algo crearon el loctite y el emboltorio de burbujitas!

Taku