martes, 4 de noviembre de 2008

Historia antes de dormir

Bordé con esmero cada puntada, cada trazo, para crear el manto más hermoso y el más elaborado.
Crié los gusanos de seda alimentándolos del roció de invierno que se queda atrapado entre los copos de nieve.
Y, al llegar la primavera, recogí las sabanas de las nuevas mariposas para poder hacer la deseada tela.

Rapté una virgen, que engatusó un unicornio a cambio de que yo le presentase a un buen caballero

Con el unicornio fue más complicado, necesitaba de sus lágrimas y no es tan fácil que broten de tan elegantes seres.
Tuve que narrarle historias de doncellas, niñas, guerras, últimos suspiros y corazones rotos.
Pero nada le enterneció lo suficiente, hasta que le confesé que los hombres ya no creían en la magia
Y que los cuentos de hadas se extinguían a causa de furtivos “reality shows” y duros telediarios
En ese momento una lágrima planteada rodó por su mejilla hasta una lamparita de cristal (abandonada por un paupérrimo genio)
y el ser mágico se tumbó en el establo preguntándose en que habían fallado los de su especie,
y por mucho que lo haya intentado, no se ha vuelto a levantar jamás. (tal vez debería presentarle a un niño)

Con esa lágrima y el agua del corazón de un glaciar, teñí la seda con la que bordé el manto,
Pero antes, tuve que oscurecer la tela, eso lo logré gracias a un diablillo que encontré enjaulado en un circo.
El me otorgó el carbón que generó un dragón antes de su último aliento, por lo que olía un poco a chamuscado

Pero con un poco de sustancia de flor de lago, mezclada (gracias a un alquimista) con flor de mar, obtuve un perfume suave y fuerte en si mismo.

Ahora, con el manto cubriendo mis pies, me pregunto si de verdad mereció la pena tanto trabajo por solo una tela.
Si realmente estuvo bien quitarle el roció a los hechiceros, robar la seda a las mariposas tempranas,
emparejar un caballero y una doncella, deprimir a un unicornio, matar un glaciar robándole su sustancia,
desperdiciar el favor de un diablillo en apuros, y endeudarse con un loco mago de mezclas imposibles.

2 comentarios:

Ra dijo...

Depende del uso que le des y de la importancia que tenga para tí la tela...quizas fue demasiado sacrificion...pero si al final te sientes satisfecha y no decepcionada es que mereció la pena...

Vaya texto mas paranoico no? jajaj me gusta te ha quedado bien..

y yo mirame aqui esty dejandote comentarios en vez de seguir haciendo esquemas de bioquimica...k mala estudiante soy

Mañana comemos en el Japones^^ esty impaciente...mmm y despues puedes venir a mi residencia..a...¿estudiar? jeje no comments...k me aburro mucho

Buenas noches wapa

Yuki, Lord Nieve dijo...

todo, absolutamente todo vale, siempre y cuando se trate de mantener calentitos los pies.

¿has leido ya amanecer?