
Pequeña niña tonta que se pone las gafas de su padre y los tacones de su madre y paseándose por el mundo, con un periódico en la mano, habla como si todo lo supiera, pero si miras a su otra mano, la verás aferrado fuertemente su ajado osito de peluche. Perdida entre borrones porque las gafas que lleva están mal graduadas y su andar es patético, a trompicones, ya que los zapatos le quedan demasiado grandes como para caminar con paso seguro.
3 comentarios:
me recuerda mucho a uno que yo me sé...
creo que todos somos un poco asi... pero mientras los demás no se den cuenta...
(necesito clases de actuación y maquillaje para mi osito, a ver si puedo disfrazarlo de mi secretario =) )
esa frase es mia... cochinota ¬¬ :P
y porque no guardar el osito en el maletin y hacer como que son papeles de vital importancia? ^^
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