domingo, 7 de noviembre de 2010

Damián no sabía la suerte que tenía al ser daltónico extremo distorsionado de patogénesis bullosa (una enfermedad rara de esas con nombres más raros aún).
Gracias a la rebelión de algo en su cabeza o bien de sus miopes ojos... o tal vez, debido a una relación complicada entre uno y otros... Damián veia la vida de colores muy distintos a los del resto de seres vivos y eso, aunque él no lo sabía, ayudaba a que siempre estuviese de buen humor.
Esos extraños y distorsionados colores que en realidad no existian o sí, pero no donde los veía, provocaban que aflorara una sonrisa permanente y musculosa de tanto estar.





Sin embargo, está extraña enfermedad por la que nadie se preocupa (ya que es de minorias), tiene un lado negativo.
Tanta belleza atosiga al corazón del paciente que de tanto hincharse y sobrecogerse se para repentinamente a temprana edad.

(cuento)
Fui desgastando las palabras, las arañaba, las acariciaba una y otra vez...
Poco a poco las letras se fueron difuminando, algunas se borraron antes que otras...
El mensaje fue perdiendo sentido hasta que finalmente no dijo nada.