-“¿Sabes? Hoy siento que no te necesito, que me he engañado a mi misma hasta tener que apoyarme en ti las 24horas…”
-…
-“Pero hoy siento… ¡No! hoy SÉ que no es cierto, que puedo vivir sin ti.”-Y diciendo esto se levantó de la silla, le temblaban las piernas “solo es miedo” se dijo "¡vamos!" y adelantó un paso hacia delante.
Cayó estrepitosamente.
La silla quedó unos metros por atrás, sonriendo, mirándola con superioridad. Durante apenas unos segundos la había creído capaz de irse… pero aún era suya.
La chica lloró en el suelo, tendría que volver arrastrandose, a su silla, una vez más.