martes, 24 de febrero de 2009

Nudos marineros

Tengo nudos en la laringe, faringe, en el esófago y en el estómago
¿Alguien me puede ayudar?

Como quieras

La niña hinchó los papos.
-Juro que dejo de respirar, lo juro ¿eh?.
Y los adultos siguieron a lo suyo.
Se puso rosa... roja... luego morada... más tarde azul y finalmente blanca.
Días más tarde cambió a gris y los adultos seguían hablando, sobre... temas importantes.

No te vayas sol

No te vayas sol, espera un poco más, que ya llego.
Que no queda tanto y no quiero oscuridad también fuera.
Que tu luz se cuela por los cuencas de mis ojos y alumbra tenuemente mis pensamientos.
No te vayas sol, espera un poco más, que ya llego.
Que no queda tanto y no quiero oscuridad también fuera.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Espiando la cancion del cafe

Amanece… y un pequeño pájaro que ha sobrevolado ya casi todo el mundo curiosea tras una ventana arropada por cortinas blancas.
Unas
mantas buscan el calor de dos cuerpos que descansan juntos.
Se pone a nevar dentro del cuarto pero no llegan a tocar a los
cuerpos que descansan. Solo vuelan y brillan.

De crema de chocolate son los cabellos que se esparce y enredan en la mano de Ella.
Un pie resacoso se asoma entre las sabanas y rápidamente vuelve al hogar, ha intuido al espía volador.
El gato se despereza de lo alto de la manta de felpa y bosteza enseñando los dientes al petirrojo que, como es de mundo, ni se inmuta.
Ella abre los ojos y sonríe por ver la cara de Él tan cerca de Ella. Sopla y vuelve a cerrar los ojos rápidamente actuando de una manera muy precisa… aparentando estar dormida nuevamente.

Él abre un ojo y la mira extrañado. Traga saliva y pone un gesto raro. Vuelve a dormir y Ella abre su mirada otra vez, con una sonrisa aun más grande tallada en su rostro.
Vuelve a soplar, esta vez más como una brisa…Café. Huele a tostadas con café. Mermelada de fresa y mantequilla ya derretida sobre el pan caliente.

Él entreabre los ojos una vez más y la mira, “está dormida…”Los labios de Ella se estiran y sonríen después de soplarle a la cara.
- Bellaca… -susurra más dormido que despierto.Ella le besa en la nariz y Él refunfuñaLa calefacción está puesta y las mantas sobran, pero siguen donde están, firmes ante la batalla que se avecina.Ella se arrima a Él y vuelve a soplarle.El sol se cuela por la ventana tras sortear la casa de enfrente.
El papel de pared está vestido con dibujos y cuadros.

El gato se sube a la cama, encima de Él.
-Dos a la vez no es justo…-
vuelve a refunfuñar


Ella le guiña un ojo al gato y le susurra al oído porque flanco atacar.

Ella dibuja rasgos en su cara y el felino decide despertar a los pies resacosos.

El humillo del café entra en la habitación con el olor a jabón para suelos y se oye las gotas de la ducha acompañado con el canto de un canario.


Ella le besa sonoramente en una mejilla y ríe. Sopla en su oído y Él se estremece. Se da la vuelta y se tapa con la sabana hasta la cabeza. Ella se sumerge en las sabanas y le hace cosquillas en la espalda; el gato, que no es menos, salta encima de Él.

-Aaaa!!
Se despierta completamente y se lanza contra Ella haciéndole cosquillas.
- ¿Qué forma de despertar es ésta? ¿Eh? ¡Me las vais a pagar! ¡Sí gato! ¡Tú también! No hagas como que la cosa no va contigo.
El gato, viendo que la batalla ya está ganada por parte de su dueña, abandona sigilosamente la estancia camino de su plato de paté.



Plumas, risas, patadas a conciencia y líos de sabanas.
El petirrojo con sus recuerdos a cuestas alza el vuelo hacia otra ventana en algún otro lugar
Si fuera escritorTal vez en su próxima vida
Debía guardar bien sus recuerdos.

sábado, 7 de febrero de 2009

A sorbos

Comiendo la sopa a sorbos una pareja amodorrada.
El marido levanta la mirada un segundo.
- ¿Cariño?- dice con sopa en la boca
- ¿Sí?
-Esos pendientes son nuevos ¿no?
-Sí.
-am…
Vuelve a su plato y unta pan.
-Um… ¿Por qué tienen sangre?
Sorbo.
-La criada se resistió.
-am…
Bebe agua y continúa mirando a la sopa
-Habrá que despedirla.- cucharada.
La mujer se limpia delicadamente con la servilleta
-Ya no hace falta…

Cuando un autor vive con su creación...

- ¿Que escribes?
- Tu muerte
- Puedo rebelarme
- Espera que mire…
Pasa las hojas despacio
- Mmm… no.
- De acuerdo.

Sabado: dia de poner el polvo.

La casa estaba impecable, los cristales, los espejos, el suelo, la alfombra… arreó el saco y lo arrastró hasta el final del pasillo. Deshizo el lazo y casi pudo oír el gemido de la casa cuando, esa cinta, mancilló el suelo impoluto. El saco se abrió y dejó al descubierto polvo. Polvo de otras épocas, polvo de otros lugares, polvo a fin de cuentas. Un último vistazo al pasillo y metió la mano en la bolsa.
Un puñado fuera.
Trazó un dibujo de polvo en el aire, sonrió y cogió otro puñado.
Frente a la boca y soplar, al aire, aplaudir, dando vueltas, corriendo…
El gato persa quedó cubierto de arriba abajo, apenas se veían sus ojos, pero parecía feliz.
Así mucho mejor… hay veces que es mejor no ver lo que tienen que mostrarnos las fotos, los cuadros, los libros, los espejos o las ventanas… mucho mejor así.
Culpa del estudio que estoy realizando sobre los coloquialismos

Pedro- ¡La amo Silverio!
Silverio- Ella no te quiere…
Pedro- Pero me acarició la cara ¡tu lo viste!
Silverio- No fue una caricia ¡te pegó!
Pedro- Fue la pasión.
Silverio- La besaste y te pegó.
Pedro- La pasión digo.
Silverio- Y te llamó cerdo
Pedro- El beso la aturdió
Silverio- ¡Ella! ¡Ella te aturdió a ti con la bofetada!
Pedro- ¡Y más que me aturdió! cómo pega Silverio… ¡qué fuerza!
Silverio- ¡Y dale! ¡qué no Pedro, qué no te ama!
Pedro-¡Tu lo has dicho!¡Me ama! ¡me ama! ¡y yo la amo! estamos hechos para amarnos
Silverio- ¡Vale! como quieras pedazo loco…
Pedro- Loco de amor Silverio… loco.

domingo, 1 de febrero de 2009

la niñita de ricitos de carmín

La niña de ricitos de carmín desollaba ardillas mientras tarareaba para sus adentros…
-Niñitaaa...-cantó entre risas un chillido bajo el tronco.
-¿Qué quieres?
Se rió el tronco.
-Qué quieres te he dicho.
-Quiero barro... arcilla y pienso, caracoles y musgo, quiero huesos, veneno y gritos, quiero fuego y verrugas con sapos.-volvió a reírse.
La niña se levantó y acarició al tronco.
-Vieja bruja... no puedes hablar durante el día... ¿Recuerdas?
Salió una mano de debajo del tronco y agarró a la niña.
-Shhh... -risas- no estoy hablando, y ahora baila.
La niña hizo una reverencia y se puso a bailar dando vueltas, no sin antes arrancarle el brazo a la bruja.
Fru.. fru...
vueeeel... taaaa...
vuel..taaa...
vueltaaa
vuelta..
¡Vuelta!
¡vuelta!
¡VUELTA!
¡VUELTA!
¡VUELTA!
¡VUELTA!
¡VUELTA!
¡¡¡VUELTA!!!

tiovivo

Cuando el tiovivo se descontrola y los padres solo miran asustados a sus hijos…
Cuando los caballos del tiovivo intentan escapar relinchando por el pánico pero se ven atravesados por una barra que les impide huir.
Cuando los niños ríen descontroladamente tirando de las riendas y del pelo de los caballos, sin saber que el mundo está gritando a su alrededor.